Gentri… ¿qué?

JAVIERA ARAYA

Escribiendo esta nota, me acordé de una noticia que leí hace un tiempo: un grupo de manifestantes anti-gentrificación había atacado un “bar de cereales” en un barrio tradicionalmente de clase trabajadora en Londres. Protestaban contra la presencia, allí, de un lugar que vende, según el reporte de prensa, más de 150 tipos de cereales traídos desde diversas partes del mundo.

Evidentemente, el negocio de vender esos cereales tiene mucho más que ver con la experiencia de elegirlos y comerlos en un lugar que se podría calificar de pintoresco, extravagante o divertido, que con la compra de un producto tan simple como cereales (¡¿quién querría, si no, pagar el equivalente de 5 dólares por un plato con cereales?!). Y es que ese tipo de lugares vende un cierto estilo de vida, más que el producto en sí mismo. De hecho, este razonamiento se puede aplicar a muchas otras mercancías: autos, ropa, café, comida… cosas que compradas en un cierto lugar y de una cierta marca conllevan la adquisición de un cierto estilo para quien puede pagarlas.

¿Por qué los activistas anti-bar-de-cereales estaban tan enojados y quisieron atacar un lugar aparentemente inofensivo como la tienda de cereales? Precisamente porque este lugar permite y promueve un tipo de consumo basado en la compra, por parte de quienes pueden pagarlo, de un determinado estilo de vi-da. Últimamente, la presencia de este tipo de lugares genera un desastre para los habitantes originarios del barrio, puesto que la gente que está dispuesta a pagar más por cereales lo está también por arriendos. Con el aumento del precio de los alquileres, los habitantes más pobres del barrio se ven forzados a mudarse a barrios más accesibles –sin tienda de cereales –pero con arriendos más baratos.

¡Qué paradoja! El barrio se volvió más atractivo precisamente cuando quienes vivían allí ya no podían pagar por vivir allí. Y es que, desde el punto de vista de quienes tienen que soportarla, no hay autenticidad o extravagancia en la pobreza. Y es que el lujo de comer cereales traídos del mundo entero está solo reservado para algunos.