Cuestión de género

“Todos los canadienses deben sentirse seguros de ser ellos mismos, vivir de acuerdo con su identidad de género y expresarla como ellos elijan”, expresó el ministro federal de Inmigración Ahmed Hussen.

FERNANDO GARABITO

Los canadienses que no se sientan incluídos dentro del binarismo de género femenino/ masculino pueden ahora identificarse con “sexo no especificado”.

Desde el 31 de agosto, una “X” en vez de la tradicional “M” o “F” en el pasaporte indica que la persona prefiere ser identificada con un sexo distinto al femenino o masculino. Este cambio se inscribe dentro de la política de lucha a la discriminación promovida por el gobierno de Justin Trudeau.

El anuncio fue hecho por el ministerio de la Inmigración, de los Refugiados y de la Ciudadanía, que fue también la primera cartera en poner en práctica la medida de manera provisional. Se espera que del mismo modo los otros ministerios federales vayan paulatinamente implementando esta disposición.

F/M/X ¿Qué diferencia?

Para mucha gente, el binarismo de género representa un problema que deben enfrentar a diario.

Laura es una inmigrante de origen centroamericano que se sometió a una cirugía en Canadá para cambiar su sexo y ser reconocida como mujer, aun cuando su sexo biológico era masculino.

“En mi caso, yo pude identificarme como mujer porque me sometí a una cirugía para cambiar de sexo. En ese tiempo, la legislación provincial sólo permitía el cambio de género cuando había cirugía de resignación de sexo”, explica Laura. Desde entonces, la ley cambió y ya no se requiere la cirugía sino solo basta con manifestar el deseo de ser identificado(a) con tal o cual sexo.

“Existe mucha variedad en el tema de género. Yo conozco bastante gente que no se identifica dentro de un marco de género binario, y esta nueva iniciativa responde a esa necesidad”, añade Laura.

Para la diputada de Quebec Solidaire (QS) Manon Massé, la nueva política del gobierno canadiense constituye un paso en la buena dirección. Sin embargo, para Manon Massé este cambio también abre otras interrogantes.

“Las provincias no están necesariamente en la misma página, lo que puede crear problemas dentro de Canadá. También, la forma en que las personas que deseen tener una identificación de género “X” en Canadá serán acogidas en otros países puede ser problemático”, explica la diputada.

“En nuestros documentos de identificación solíamos indicar la religión de la persona, ¡también la raza, imagínese! Y colectivamente decidimos deshacernos de esas etiquetas. Yo pienso que esto se inscribe en la misma lógica. No es deseable tener estas casillas en las que metemos a la gente. En un momento no muy lejano también deberemos preguntarnos si se justifica realmente indicar el género de una persona en documentos oficiales”, señala Manon Massé.

“Todos los canadienses deben sentirse seguros de ser ellos mismos, vivir de acuerdo con su identidad de género y expresar su género como ellos elijan”, expresó el ministro de Inmigración Ahmed Hussen en el anuncio de la nueva política.

A principios de este verano, una modificación a la Ley Canadiense de Derechos Humanos añadió explícitamente la identidad de género y la expresión de género a la lista de motivos de discriminación prohibidos en Canadá. De esta manera, se extendió una ley que hasta entonces ya protegía a víctimas de discriminación basada en el sexo, orientación sexual, raza, estado civil, credo, edad, color, discapacidad, y creencias políticas o religiosas.