“Es hora que la ciudad les agradezca un poco”

Núñez por la gratuidad en el transporte colectivo. Foto: Stéphane Lavoie
MIGUEL ESQUIROL

Michael, es un jubilado, utiliza el autobús y el metro casi todos los días, ya sea para ir de compras o visitar amigos. Paga 50 dólares al mes, y según él, el costo es alto, pero prefiere eso a tener un coche, pagar por el aparcamiento y los impuestos; además sus ojos ya no son lo que eran.

A pocas calles de allí, Emma, haitiana, que vive en Montreal hace 35 años, y hoy en día en Laval, apenas usa el transporte público. Su pierna le impide utilizar el metro, y el autobús lo toma cada vez menos. Su nieta mayor la trae desde Laval, para que la acompañe en el restaurante de especialidades haitanas donde sus nietos trabajan. Ella sabe que en Laval el bus es gratuito, pero esta ventaja termina en el momento que tiene que ingresar a Montreal.

En otras ciudades

El transporte gratuito para personas mayores es una realidad en varias ciudades, a pesar de que mucha gente lo ignora. Laval, Repentigny, Terrebonne, cuentan con la gratuidad. Mientras que Montreal, la ciudad con más ancianos de todo Quebec, apenas tiene una rebaja, la misma rebaja que los jóvenes disfrutan hasta los 25 años.

El transporte gratuito es una de las calidades que la Organización Mundial de la Salud propone en su guía de Ciudades amigas de los mayores. A esta guía ya se adjuntan muchas ciudades en Norteamérica y en Europa.

Montreal se encuentra un poco a la zaga. Este es el objetivo que busca la campaña de la Asociación quebequense de defensa de los derechos de las personas jubilladas y pre-jubiladas (AQDR). Según nos comenta Osvaldo Núñez, ex-presidente de esta asociación y ex-diputado por el Bloque Quebequense, esto es posible.

“En el sur de Chile, donde viajo cada año, ya hay un proyecto similar. ¿Por qué no podemos hacerlo en Montreal?”.

Y añade que los adultos mayores “han trabajo toda su vida. Es hora que la ciudad les agradezca un poco”.

Razones de peso

Según nos comenta Osvaldo Nuñez, hay tres razones principales por las que la gratuidad es importante para las personas mayores, su éxito ayudaría a combatir tres problemas que los aquejan :

Autonomía : Una persona mayor no es lo mismo que un inválido. Su deseo es el de continuar viviendo de manera autónoma; sin tener que recurrir a la voluntad de sus nietos, como en el caso de Emma, o al riesgo de un automóvil que ya no puede controlar tan bien como antes, como en el caso de Michael. El transporte colectivo gratuito les ayuda no solo a realizar sus actividades cotidianas con más facilidad, sino a sentirse que no son un peso para los otros.

Soledad : Según estudios, en el momento en que una persona entra a la jubilación, su círculo social es inmediatamente reducido. No solo a causa de la ausencia de una actividad cotidiana que los acompañó casi toda su vida, sino de los amigos, colegas e incluso familia que no tienen la misma libertad de tiempo. Esto genera soledad que solo tiende a aumentar con el paso del tiempo. Los transportes colectivos les permite entonces seguir formando parte de una sociedad activa, llevándolos a bibliotecas, centros de la tercera edad o simplemente a hacer las compras y a encontrarse con amigos.

Pobreza: El tercer ángulo de este problema es la pobreza que aqueja a un gran porcentaje de las personas de la tercera edad. Según últimos estudios, una vasta mayoría de los canadienses llegan a la jubilación sin unos ahorros suficientes, dejando a muchos de ellos debajo de la línea de la pobreza. Incluso cuando este no es el caso, el transporte público se convierte para muchos en uno de los primeros “lujos” que serán cortados en vistas de unos ingresos menguados.

 Si desea firmar la petición para la gratuidad en el 
transporte colectivo, visite el sitio internet de la AQDR

www.aqdr.org
514-935-1551

El caso de los inmigrantes

MIGUEL ESQUIROL

Es revelador que las dos personas principales que firman el comunicado de AQDR en apoyo al proyecto de gratuidad en el transporte para la gente de tercera edad sean de origen latino. Nelson Ojeda presidente de la AQDR (Ahuntsic–St-Laurent) y Osvaldo Núñez, presidente de CPAI (Comité des Personnes Aîné(e)s Immigrants). Si un gran porcentaje de canadienses jubilados se ve sumido en la pobreza a causa de ahorros insuficientes, ese porcentaje es mucho mayor entre los inmigrantes. Las razones son varias pero sea cual sea la razón, se ven afectados directamente con el costo de los transportes públicos.

El pasado 26 de septiembre se realizó una manifestación delante de la salida de la estación de Metro Crémazie para presentar al gobierno de Denis Coderre y a la Société de transports de Montréal (STM ) esta petición. Por el momento la única respuesta que tienen de la STM es relativa al costo que generaría esta medida. “Teniendo en cuenta que la población envejece, la ausencia de estos ingresos se incrementaría a $ 44 millones en 2020, lo que es considerable”.

Mientras tanto, Núñez no pierde la paciencia, y con la experiencia defendiendo los derechos de los migrantes en la Cámara de Comunes, continúa promoviendo esta y otras campañas que solo significarán una mejora de la calidad de vida de los montrealeses.