Cumplir eficazmente con los compromisos

CLAUDIA PONCE

Los latinos tenemos espíritu empresarial. Creamos empresas y prosperamos con ellas. Los impuestos que pagamos al gobierno por las ganancias que generamos son nuestra participación para la redistribución que el gobierno hace de esos ingresos en forma de crédito por la TPS, crédito de impuesto por solidaridad, asignación canadiense a los infantes y pagos para el sostén de los infantes.

Esos impuestos también se utilizan para que el sistema de salud y de educación en Quebec sigan siendo un privilegio que no nos cueste. Esta es la realidad: el gobierno siempre será accionista en nuestro negocio.

Ocasionalmente ocurre que, por una razón u otra, diferimos o simplemente no cumplimos con los pagos que debemos hacer al gobierno por estas actividades empresariales. Mal negocio. Cuando tratamos de corregir la situación, bien sea voluntariamente o porque nos descubrieron, nos sale muy caro. Debemos mucho y eso puede costarnos el negocio mismo.

Una decisión que nos ayuda a evitar muchos problemas es buscar consejo con un contador, que nos oriente y nos ayude a crecer con nuestra empresa y nuestros sueños.

Busquemos un contador que nos permita concentrar los esfuerzos y la energía en la obtención de los objetivos de la empresa, con soluciones contables eficientes, de calidad y oportunas.