POPIR, por el derecho a una vivienda sana y accesible

“Creemos que para hablar de desarrollo lo primero que se debe hacer es consultar a la gente”.

Conversación con Romina Hernández Gómez, organizadora comunitaria de POPIR, Comité habitacional. 

¿Qué es POPIR? 

Es un organismo que aboga por los derechos de los arrendatarios (derechos individuales y colectivos) para que estos vivan en un ambiente sano, digno y accesible. Para ello, POPIR ejerce la educación popular y brinda asesoría jurídica y se opone al aburguesamiento.

¿Qué es el aburguesamiento? 

Es cuando nuevos vecinos llegan a a instalarse a un barrio y cambian las costumbres de los que allí residen, desplazando en muchos casos a la gente, sobre todo a los pobres, porque a menudo se instalan restaurantes, modos de vida nuevos y esto hace que se alteren los aspectos culturales del barrio.

¿POPIR está en contra del desarrollo? 

No está en contra. Lo que pasa es que se le ve de manera diferente. Creemos que para hablar de desarrollo lo primero que se debe hacer es preguntarle a los residentes cómo quieren vivir, consultar a la gente. El desarrollo debe venir a partir de las necesidades que la gente nombra y darle acceso a los servicios básicos, que tengan dónde vivir bien.

¿Cómo se puede combatir el aburguesamiento? 

Principalmente, conociendo los derechos como arrenda- tarios, como por ejemplo, rechazar el alza de la renta, ceder el contrato de arriendo cuando uno se cambia de apartamento. Así se evita que le suban el precio a los nuevos arrendatarios. De esta manera son los usuarios quienes controlan los precios porque el gobierno no lo hace.

¿Y la Régie du Logement no está para eso? 

La Régie es un tribunal entre el arrendatario y el propietario. Y está claramente a favor del propietario. La prueba: si alguien no paga la renta, la Régie trata su caso en un plazo máximo de tres meses; pero, por el contrario, si un arrendatario tiene problemas de salubridad, ¡su caso tardará hasta un año y más! En la Régie, la balanza se carga evidentemente a favor del propietario. En un breve plazo pueden desalojar a un arrendatario aunque esté sin trabajo o no tenga acceso a la ayuda social. En cambio, si el propietario no quiere preocuparse del inmueble y se vive en un lugar inhóspito y con problemas, el inquilino debe seguir ahí.

¿Cómo se ven afectados los inmigrantes con estos problemas? 

En realidad, existen desigualdades estructurales en todo sentido para los inmigrantes, pero cuando viene el problema de vivienda esta situación se ve más reflejada. Somos nosotros, los inmigrantes, quienes, en su gran mayoría, no conocemos nuestros derechos. Somos también quienes tenemos menos ingresos, menos acceso a trabajos dignos. Y tenemos que vivir en algún lugar. Es decir, los problemas de todo el mundo se hacen más grandes en el caso de los inmigrantes.

www.popir.org 

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