Hip hop… Desde las raíces

La rapera guatemalteca Rebeca Lane se presentará en Montreal. FOTO: CYNTHIA VANCE

STACEY GÓMEZ
Y RODRIGO ORTEGA

La rapera Rebeca Lane se presentará en Montreal en noviembre. Nacida en Guatemala en 1984, Rebeca vivió las secuelas de la larga guerra civil en su país. Debe su nombre a su tía quien fuera secuestrada y desaparecida por el gobierno militar en 1981 por su implicación política. Sus composiciones llevan ritmos latinoamericanos y su último disco se denomina Alma Mestiza.

Muchos latinos que viven fuera de sus países han conocido más la realidad centroamericana a través de las canciones que tú has compuesto, que por aquello que le han contado sus padres. ¿Qué piensas de eso?

Pienso que en Centroamérica hay mucho temor a hablar de la realidad social y que muchas veces nuestros padres y madres por ahorrarnos confrontar la realidad, pues no hablan de las cosas. Yo he tenido la oportunidad de cantar en espacios como Estados Unidos, por ejemplo, en California, y he conectado con jóvenes centroamericanos que ya nacieron allá o que se fueron de muy pequeños y, precisamente, creo que la música les ha servido para encontrar la raíz de su país, no solo de sangre sino también en  lo político y lo social. Y pues eso ha sido lo bonito ¿no? Cómo la música logra transmitir esas realidades que con la distancia, con el dolor, con el tiempo se van perdiendo.

Se percibe en tu música la amalgama de diferentes bases rítmicas, como cumbia y otras. ¿Qué le motiva esta diversidad?

Yo creo que tal y como el título de mi último disco dice Alma Mestiza, me parece que precisamente por ser mestiza mi identidad está llena de múltiples identidades conflictivas. El hecho de ser mestizo en un país como Guatemala hace que tus raíces culturales se pierdan y se difuminen entre toda la mezcla cultural que somos. Creo que, para mí, buscar y encontrarme dentro de todos estos ritmos de origen latino me hacen comunicarme y conectarme con las múltiples raíces que existen en nuestro contexto. Entonces, creo que el tener varios referentes musicales en el momento de hacer hip hop, referentes locales, de nuestra región de Centroamérica, el Caribe y Sudamérica, es una búsqueda de identidad, de generar un hip hop que no solo en la letra sino que musicalmente hable de nuestra región.

La temática social está muy presente en tu música, sobre todo la situación de la mujer. Entre otras cosas, le dedicaste una canción a las víctimas de la tragedia del Hogar Seguro donde la mayoría eran niñas de corta edad que estaban siendo maltratadas y posteriormente perecieron en un incendio.

Sí, la canción Ni una menos la escribí pensando en todas las víctimas de femicidio que hay en América Latina y, en particular, en Guatemala donde la violencia hacia la mujer hace que la tasa de femicidios cada año sea de entre 700 y 1000 mujeres. Como mujer centroamericana que vivo cotidianamente en aquel territorio, mi música no puede ser ajena a nosotros y pues hablo de mi experiencia y la de las mujeres alrededor mío que sufren la violencia machista.

Como artista, ¿cómo vive la situación actual de Guatemala?

En Guatemala existe un sistema político que beneficia a los sectores tradicionales por sobre la voluntad popular. Yo como artista en este contexto no me siento desvinculada de toda la realidad; una como artista no puede aislarse de la realidad popular, entonces yo vivo el contexto de Guatemala más como una pobladora que como una artista. Hay muchos artistas que se posicionan desde sus privilegios o realmente no les interesa la situación o deciden hablar de otros temas pero a mí me toca profundamente, como mujer, como mestiza y desde ahí vivo la realidad social de Guatemala. Y luego eso es la base de mis vivencias y con ellas elaboro la música. Yo siempre soy muy cuidadosa de no querer ser protagonista de las manifestaciones o movimientos ciudadanos que se están dando sino más bien trato de estar allí, de aprender y de ahí sacar elementos para escribir. Mi intención no es escribir canciones aprovechando el momento y que se hagan virales. Yo trato de escribir como una más que vive en ese país y que le toca enfrentarse, vivir la realidad como le toca a cualquier persona en ese contexto.

El hip hop es una herramienta que contribuye a la liberación de sectores marginalizados y vulnerables… ¿Cuál es tu visión al respecto?

En efecto, en Guatemala el Hip Hop aparece en aquellos barrios o sectores que son más marginados, que sufren de pobreza, donde la violencia estructural se siente con mucha más fuerza, y eso, no solo en Guatemala, sino en Centroamérica. No podemos hablar de que el hip hop sea parte de la cultura pop o de la industria musical, por el contrario, estamos siempre en los márgenes de la música. Hablando siempre de nuestra cotidianidad y realidad. El hip hop se ha convertido en un medio para que los jóvenes no entren en pandillas o delincan, para hacer de su vida algo distinto en esos barrios marginados donde no hay acceso a la educación o a la salud. Podemos encontrar arte que no nos da esperanza, pero el hip hop construye esperanza. No solo construye arte sino también comunidad y organización, eso es lo bello del hip hop, lo que hace en nuestras comunidades.

La mayoría de los raperos son hombres. ¿Por qué?

Creo que el espacio público siempre ha sido más accesible para los hombres que para las mujeres, las mujeres tenemos muchas más responsabilidades, dado el patriarcado y los roles que le han asignado a cada quién. Las mujeres tenemos muchas más responsabilidades de cuidado a personas que están alrededor nuestro, usualmente las chicas tienen que encargarse de atender a sus hermanos, a sus papás, a sus tíos, a los hombres que tienen a su alrededor. Eso hace que tengamos menos tiempo para invertir en las cosas que nos apasionan, muchas se encuentran con resistencias. Las familias guatemaltecas piensan que las mujeres tienen que casarse y ven el hip hop como una amenaza a toda esa “mujer”. Tú cuando te subís a rapear decís lo que pensás, te movés, bailas, usas tu cuerpo y eso es lo que no le agrada muchos a las familias.

En Guatemala para los hombre también es difícil ser parte de la cultura hip hop, pues es una cultura vinculada con pandillas. Existe mucha estigmatización hacia los hombres que son parte de la cultura, son parados por la policía, ha habido asesinatos y desapariciones de compañeros de la cultura hip hop. Entonces yo creo que en general hombres y mujeres tenemos un contexto muy difícil para hacer hip hop.

Concierto de Rebeca Lane

5 de noviembre

Puerta: 8:00 p.m.
Espectáculo 9:30 p.m.

Divan Orange, 4234 St Laurent
$ 7  y  $ 10   438-404-4458

FB: Rebeca Lane en Montreal