Rompiendo tabúes y mitos del autismo

FOTO: WOODLEY WONDERWORKS
Si su hijo presenta déficit de atención, da vueltas como trompo y tiene poca comunicación verbal, ponga atención que puede tener un Trastorno del Espectro Autista (TEA). La genética y algún agente medio ambiental parecen ser los causantes de este síndrome.


HAYDÉE CAMPOS

Quiero compartir mi experiencia personal con ustedes. Espero que esto sirva para ayudar a algunos padres que estén confundidos, estresados y frustrados por no saber qué es lo que pasa con nuestros hijos. Desde que mi hijo Lucian nació, siempre fue un bebé que no pasaba inadvertido. Era llorón y muy inquieto. Su lenguaje era escaso, pensé que era lo normal para ser varoncito. Siempre te dicen: “los hombrecitos se demoran más que las niñas en hablar”. Eso me calmó por un tiempo. Lo que me alarmó fue su incapacidad para recibir órdenes. Hacía rabietas porque no accedía a hacer lo que él quería. Adquiría con facilidad obsesiones como querer jugar en las escaleras mecánicas del centro comercial y leer las placas de los autos del estacionamiento. Era imposible irse sin que no las leyera todas. Tenía un año cuando aprendió los números en inglés y español sin que nadie le enseñara. También sabía sumar. No entendía cómo no podía realizar cosas básicas pero sí las complejas paraun niño de su edad. Tenía la manía de darse vueltas como un trompo sin marearse. Al comienzo lo vi como gracia, pero con el tiempo eso cambió. Es por eso que decidí llevarlo a un neurólogo porque sabía que algo no estaba bien. Cumplió tres años y su lenguaje verbal era aún insuficiente.

A mi hijo le diagnosticaron TEA (Trastorno del Espectro Autista) leve. La palabra autista asusta inmediatamente por el desconocimiento, los tabúes y los prejuicios que existen. No todos los niños con autismo son iguales, cada caso es diferente. A pesar de que un grupo de niños con TEA tienen dificultades de aprendizaje, otros poseen capacidades intelectuales iguales o superiores a la media.

Según la OMS, 1 de cada 160 niños tiene un TEA. Para la doctora Hélène Ouellette-Kuntz, Profesora en el Departamento de Ciencias de la Salud en la universidad de Queen’s y Directora en la Base de Datos Epidemiológicos Nacionales para el Estudio del Autismo en Canadá (NEDSAC en inglés), 1 de cada 94 niños entre 6 y 9 años tiene un Trastorno General del Desarrollo (TGD) en Canadá. Los niños con TEA poseen un grupo de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento social, intereses fuera de lo común, comunicación y/o lenguaje insuficiente, actividades restringidas, repetitivas y estereotipadas. Es por eso que prefieren las rutinas y evitan los cambios.

Carolina Muñoz, fonoaudióloga y terapeuta ocupacional, dijo a Pulso que “mientras a más temprana edad se detecte el TEA, habrá una evolución y un avance más rápido en las deficiencias que presenta cada caso. Es muy importante la ayuda de los especialistas para que el niño logre una independencia total en la adolescencia. Cada caso es diferente y las
terapias, por ende, también lo son. Todo depende si es un TEA grave o leve”. Dentro del Trastorno del Espectro Autista, se encuentra el Síndrome de Asperger.

En Montreal, la Fundación Miriam brinda servicios y terapias particulares para los niños con TEA. Si su hijo presenta algún síntoma atípico, consulte con su neurólogo.