Vivimos un clima de paz, no de guerra

RODRIGO ORTEGA

“Estamos en guerra, señores”. Cualquier chileno de mi generación recordará esa frase, la voz del dictador Pinochet en radio y televisión advirtiéndonos que soviéticos y cubanos estaban a las puertas del país –exagero apenas– a punto de invadirnos. A ello añadía que en el país pululaban guerrilleros y gente armada. Mientras, los medios de comunicación nos mostraban gente detenida y la confiscación de armas de “fabricación checa”, según relataban los reporteros de la época en quienes mucha gente depositaba su entera confianza.

Con el tiempo se supo que todo eso fue un montaje, una mentira. Se inventó un “enemigo interno” para crear un clima de inseguridad en la población, un clima de guerra. Objetivo: militarizar la sociedad.

¿Para qué?

La respuesta hoy parece obvia. Mientras todo ese montaje, esa mentira se iba articulando, un grupo de gente adinerada se apoderaba de las empresas del Estado recién privatizadas por los militares (el mismo grupo que hasta el día de hoy detenta la propiedad de las más estratégicas empresas que antes pertenecían a todos los chilenos).

Para eso sirvió el clima de “guerra” imperante, para eso sirvió el miedo que se le inculcaba a los chilenos. Y, lo que es peor, ese mismo modelito lo aplicaron, con mayor o menor eficacia, en casi todos los países de América latina.

Experiencia inolvidable

Como el ser humano basa sus razonamientos y accionar en función de su propia experiencia, difícil es desterrar de la memoria los hechos que acabo de relatar. Es en ese sentido que hoy prefiero pensar que el mundo vive un clima de paz y no de guerra. No vaya a ser cosa que otra vez nos estén contando el cuento de la guerra y que detrás de esa oscura maniobra, haya otro designio, otro tipo de intereses. No vaya a ser cosa que el Estado Islámico sea otra creación, otra mentira para invadir países y, de pasada, como quien no quiere la cosa, apoderarse del petróleo de esos lugares y, también de paso, controlar y reprimir a los movimientos sociales en los países del Norte bajo la excusa de la “lucha contra el terrorismo”. No vaya a ser cosa…

No. Vivimos un clima de paz y no de guerra.