Campaña electoral en Quebec ¿Tiene el tema de la inmigración toda la atención que merece?

“No podemos respaldar como sociedad, la creación de una segunda clase de trabajadores sin acceso a los mismos beneficios sociales que el resto de los quebequenses”, precisa Jacques Létourneau, presidente de la CSN. En la foto, un trabajador agrícola temporal. FOTO: LUIGI PASTO WWW.LUIGIPASTO.COM

Ahora que la campaña electoral está en su apogeo en Quebec: ¿Tiene el tema de la inmigración toda la atención que merece? Algunos dirán que no y que es mejor así, ya que con frecuencia los partidos políticos utilizan los desafíos relacionados con este tema para fortalecer su base electoral y presentan la llegada de inmigrantes como una “amenaza” a los valores quebequenses fundamentales.

Para la CSN, este periodo electoral debería ser la ocasión para discutir profundamente sobre los retos que conlleva la integración de las comunidades culturales y no solo el mercado de trabajo. Desafortunadamente, parece que dichos retos no tienen la importancia que merecen.

Según algunos partidos, se debería reducir el número de inmigrantes requeridos en la provincia. Otros partidos, sin un real deseo de deliberar, parecen estar de acuerdo con la cifra actual de cincuenta mil al año. Muy pocos se involucraron en el estudio de los desafíos inherentes a los trabajadores extranjeros temporales y las nuevas formas de explotación laboral, que el programa federal puede crear. Dicho programa permite, a las empresas de algunos sectores, “importar” mano de obra temporal.

Trabajadores temporales

Para  Jacques Létourneau , presidente de la CSN, Quebec tomaría una mala decisión –frente a los problemas relativos a la escasez de mano de obra– al depender únicamente del programa de trabajadores extranjeros temporales.

“Dejemos el juego del avestruz. Si bien los trabajadores extranjeros temporales producen un efecto positivo en ciertos sectores de la economía, no podemos respaldar como sociedad, la creación de una segunda clase de trabajadores sin acceso a los mismos beneficios sociales que el resto de los quebequenses en cuanto a seguridad colectiva, jubilación o desempleo. En este sentido, aplaudimos las últimas medidas oficiales que extienden el derecho a la inmigración permanente a casi todos los trabajadores extranjeros temporales, excepto los del sector agrícola”.

Por otro lado, Létourneau piensa que la discusión debe ir más allá: “Sin exagerar, es irónico que después de deslocalizar nuestras empresas, ahora el sistema capitalista busca ‘importar’ mano de obra a sectores que no se pueden deslocalizar (agrícola, agroindustrial, salud y labores de cuidado, servicios) donde las empresas no quieren aumentar las bajas remuneraciones o mejorar las difíciles condiciones laborales”.

En lugar de hacer los empleos más atractivos, algunos sectores han logrado convencer a los gobiernos de facilitar la contratación de trabajadores extranjeros temporales. Otros sectores también apoyaron esta operación gubernamental. Cada vez más empresas de la “nueva economía” necesitan mano de obra calificada y altamente calificada. Tal es el caso de la aeronáutica, ingeniería y biomedicina. Igualmente, los gobiernos que buscan reducir el gasto público se benefician.

Létourneau se pregunta: “Desde el nacimiento hasta la adultez, los países del Sur se hacen cargo de las obligaciones de educación y salud de los trabajadores. Y esto sucede hasta el momento en que las empresas, con el respaldo de nuestros gobiernos, los hacen venir de forma temporal, sin hacerse cargo de la educación, salud y cuidados de los niños”.

La CSN, como organización sindical, no puede aceptar de ninguna manera que la emigración temporal, originalmente enfocada en el sector agrícola, ahora se extienda a sectores completos de la economía tales como el hotelero, el procesamiento de alimentos e incluso el cuidado de ancianos. Esto debido a la sencilla razón que las malas condiciones laborales creadas por las empresas, en dichos sectores, no logran atraer la mano de obra necesaria.

Mejorar las condiciones laborales

“Nuestro mensaje es claro, –reitera el presidente de la CSN– la mejor manera de atraer mano de obra sigue siendo la creación de buenas condiciones en cuanto a salarios, entornos laborales y beneficios sociales. Además, realmente necesitamos el aporte de la comunidad emigrante para el desarrollo de Quebec. Y esto se logra evitando la creación de ciudadanos u obreros de segunda clase, que no tengan acceso a los servicios públicos que la provincia edificó durante los últimos cincuenta años. Tanto desde la óptica de la ciudadanía como de los derechos económicos y sociales, todas las personas involucradas en la construcción del Quebec actual deben gozar de los mismos derechos, independientemente de su origen”.

Integración

De igual manera, La CSN propone mejorar los esfuerzos de integración de los recién llegados tanto en el trabajo como en la sociedad quebequense, sin importar que sean residentes permanentes, solicitantes de asilo o trabajadores extranjeros temporales. Esto incluye mejores programas de acogida e instalación, planes efectivos contra la discriminación y medidas más fuertes relativas a la enseñanza del francés, especialmente en el lugar de trabajo.

“Los gobiernos han reducido el presupuesto para los programas de idioma francés de las comunidades inmigrantes –recalca Jacques Létourneau– y creemos que este tema es un aspecto fundamental para que los inmigrantes puedan integrarse, no solamente en el mercado de trabajo, sino también en la sociedad quebequense en su conjunto, en materia de cultura, educación y en todo aspecto de la vida en comunidad”.