Quebec: ¿Presupuesto electoralista?

El 27 de marzo, el ministro de finanzas de Quebec, Carlos Leitao, presentó el presupuesto 2018-2019. Es el quinto y último ejercicio financiero del gobierno liberal de Philippe Couillard. ¿Última oportunidad para un gobierno impopular en las encuestas? Alec Castonguay en l’Actualité afirma que nunca se habían escrito tantas páginas (2 084 en 17 documentos) con un objetivo tan simple: Convencer a los quebequenses de no escuchar su profundo deseo de cambio.

MARCELO SOLERVICENS

El gobierno Couillard aplicó al pie de la letra una estrategia electoralista en fiscalidad: La austeridad en los primeros años. Los bombones y regalos en vísperas de las elecciones.

Una tarea ardua porque, además, están gastados por quince años de gobierno. Con la excepción del corto intermedio de 18 meses del gobierno pequista de Pauline Maurois en 2012. Couillard no consiguió liberarse de la herencia de los mandatos de Jean Charest.

Desde hace más un año que los liberales usan el retorno de los excedentes fiscales para mejorar su desfalleciente popularidad. Están en campaña electoral desde el otoño pasado. Recordemos las rebajas de impuestos del anuncio económico denoviembre de 2017. Carlos Leitao otorgó rebajas de impuestos de 1,1 mil millones retroactivas al 1 de enero de 2017. Una estrategia para desestabilizar la derechista CAQ, primera en las encuestas.

El gobierno modifica las normas laborales para adelantar el acceso a tres semanas de vacaciones y otras medidas para familias con hijos. A ello se agregan los anuncios casi cotidianos de nuevas inversiones por ministros liberales en los últimos meses.

Las encuestas indican que hasta ahora esos esfuerzos no han dado resultados. Paradojalmente, debieran beneficiar ya que la economía está en el nivel más alto del ciclo, desde la recesión de 2008.

Con cierta ironía, el analista de Le Devoir, Michel David, afirma que hasta eso les afecta. Los electores pueden pensar que si la economía va tan bien, como lo afirma Leitao, los electores pueden elegir un gobierno menos eficaz. Es el momento para liberarse de los liberales.

¿Última oportunidad?

El gobierno multiplicó anuncios anticipados del contenido del presupuesto, como que usará dos mil millones de dólares anuales del Fondo de Generaciones para reducir la deuda. El Fondo fue instalado por los liberales en 2006. Criticado, porque permite ocultar excedentes, según los sindicatos. Da prioridad a políticas de austeridad en lugar de mejorar servicios públicos. Según otros, es ineficaz porque se pierden ingresos por intereses. La CAQ y el PQ saludaron la medida. Quebec Solidario promete reducir las remesas a ese fondo.

Para evitar un déficit provocado por el aumento de los gastos de programas a 5,2%, Leitao usó 1,6 mil millones del fondo de estabilización. Pero el aumento de gastos en servicios públicos es una medida puntual. El gobierno prevé bajarlo a 3,4% el año próximo y los subsecuentes. Lo cierto es que apenas restablece los fondos que redujo en los tres últimos años porque fueron menos que los necesarios, apenas 2,4% en promedio de 2014 a 2018.

El presupuesto se dirige a varias franjas de electores. Reduce 2,2 mil millones de dólares en impuestos a las PME. Da créditos a nuevos propietarios. Para los servicios a domicilio. Obliga a las empresas extranjeras que venden productos intangibles por Internet a colectar la TVQ (no toca los productos tangibles). Financia la Red Expresa Metropolitana (REM), el Tranvía en Quebec, la prolongación de la línea azul del metro de Montreal. Aumenta los fondos para la Cultura, entre otras.

Los partidos de oposición tildan al presupuesto Leitao de electoralista. El pequista Nicolas Marceau teme que el 2 de octubre vuelva la austeridad. François Legault (CAQ) afirma que los liberales apenas compensan por los recortes de los últimos años. Manon Massé (Quebec Solidario), afirma que los liberales no reparan aún el daño que causaron.

¿Resultará?

¿Beneficiará el presupuesto Leitao una reelección de los liberales? Difícil, muy difícil. Debe contrarrestar el cinismo de los electores que consideran que el objetivo electoralista es demasiado evidente.

Con todo, el presupuesto Leitao es coherente con las limitaciones que se impone el gobierno Couillard para evitar un déficit, particularmente en la renovación o desarrollo de infraestructuras.

Por un lado, no cambia al objetivo de dar cada vez mayor espacio al sector privado. En salud sigue fomentando la privatización. En educación, mantiene inversiones inferiores a las necesidades. No restablece la regionalización del desarrollo económico desmantelada por la austeridad. No propone medidas contra la pobreza. No contiene medidas contra el uso de paraísos fiscales.

L’Actualité afirma que las medidas fiscales de los liberales favorecen a los más ricos. Michel David destaca que los liberales siguen privilegiando el modelo comercial de guarderías, contra las CPE (guarderías sin fines de lucro). Prefiere aumentar el crédito fiscal para los padres que recurren a las guarderías privadas. Ello a pesar que el modelo de las CPE es citado como ejemplo en el resto de Canadá.