Noticias de la CSN: Propinas compartidas en restaurantes

FOTO: KATJA S. VERHOEVEN

Michel Valiquette

Graduado en el ITHQ, tesorero de la Fédération du commerce (CSN) y  encargado político para el turismo

Con el propósito de contrarrestar la escasez de mano de obra actual en el sector de la restauración, la Association des restaurateurs du Québec (ARQ) busca una enmienda al artículo 50 de la Loi sur les normes du travail en lo relativo a las propinas.

Su pedido: propinas compartidas entre meseros y personal de cocina, con objeto de revalorizar el oficio de estos últimos. Para nosotros, esto es una solución incierta para un problema real.

En este sentido, nos sorprende el respaldo a la propuesta de la ARQ por parte de Liza Frulla, directora general del Institut de tourisme et d’hôtellerie du Québec. Sobre todo por su visión acerca de la operación de un restaurante hoy en día, en la que todos intervienen y no únicamente los meseros. Para reforzar  su posición, la directora general hace referencia a una época muy lejana en la que los meseros daban un servicio de “guante blanco”, haciendo todo en la mesa de los clientes.

Esta actitud anticuada, frente a los desafíos de la mano de obra, muestra una falta de conocimiento del medio.

Consideramos que las propinas compartidas no son la solución, ya que la propuesta amenaza con trasladar el problema de un lado a otro. La Loi sur les normes du travail es clara en este sentido: Las propinas entregadas directa o indirectamente por un cliente pertenecen de forma integral al empleado que brindó dicho servicio. Creemos que esta ley, cuya última revisión se dio en 2002, responde más bien a las necesidades de quienes perciben propinas.

REVALORIZAR EL OFICIO DEL PERSONAL DE COCINA

Con miras a revalorizar esta ardua y poco reconocida labor, la ITHQ, entre otras cosas, podría mostrar el día a día en una cocina. Pocos conocen que existen posiciones interesantes que ofrecen oportunidades de carrera y salario digno. Un caso de estudio revelador es lo que sucede en la industria hotelera.

En vista de las precarias condiciones laborales en esta industria a mediados de los años 80, los trabajadores se asociaron en sindicatos y crearon estrategias comunes de negociación.  Con el tiempo, y gracias a su determinación y solidaridad, mejoraron sus condiciones de trabajo, las mismas que les han permitido hacer carrera.

De hecho, los salarios y beneficios sociales percibidos en ciertos restaurantes de hotel son tan competitivos que sus empleados tienen ingresos propios de la clase media.

Hay que añadir, a la remuneración por hora, los beneficios sociales como vacaciones pagadas y planes de jubilación y seguro. Igualmente, cabe agregar cláusulas que fomenten el equilibrio entre vida profesional y familiar; factor adicional de atracción y retención del talento humano.

Al buscar las condiciones mencionadas, estamos apostando por la revalorización de estos empleos.  Los hechos muestran que esta estrategia funciona.

Otra opción que mejoraría las condiciones del personal de cocina con bajos salarios es el apoyo a las demandas de la Coalición 5-10-15. Esta campaña busca que los trabajadores conozcan sus horarios con cinco días de anticipación en caso de modificaciones, diez días anuales de descanso remunerado y un salario mínimo de $15 la hora. Consideramos que este conjunto de medidas beneficiaría a los sectores que experimentan escasez de mano de obra.

Por último, nos oponemos a la enmienda del artículo 50 de la Loi sur les normes du travail, por  nuestra ferviente convicción de que un grupo no puede asumir las dificultades salariales de otro. Solamente con un mejor salario y beneficios sociales para el personal de cocina se podrá resolver la escasez de mano de obra.