Separarse sin perjudicar a los hijos

El psicólogo Luis Cabrera recomienda, en primer lugar, no discutir sobre el divorcio delante de los menores. | FOTO: LIVEWELLMAGAZINE

HAYDÉE CAMPOS

Hoy en día, es muy común que muchas parejas tomen la decisión de separarse y/o divorciarse. Lo más importante para superar este quiebre, será velar por la estabilidad emocional de nuestros niños. Toda separación implica cambios drásticos en los hábitos y el entorno social de nuestros hijos sin importar las edades. Optar por una relación pacífica y conciliadora con nuestra expareja, será la mejor alternativa para hacer menos doloroso todo el proceso de fisura. El final de un matrimonio está asociado a una variedad de efectos negativos como depresión, ansiedad y alto grado de estrés para todos los miembros de la familia. Lo ideal será acudir a un psicólogo para lidiar con el proceso y que no genere problemas en nuestros hijos.

En Canadá

Según un estudio de The Vanier Institute of the Family realizado en Ottawa, 4 de cada 10 matrimonios en Canadá, termina en divorcio. Esto demuestra el poco compromiso de los canadienses al contraer nupcias. En conversación con Pulso, el psicólogo Luis Cabrera recomienda, en primer lugar, no discutir sobre el divorcio delante de los menores. Muchos niños se terminan culpabilizando por la separación de sus progenitores. Esto podría dejar impredecibles secuelas en su equilibrio psicológico y autoestima. “Es fundamental que los padres se pongan de acuerdo en cómo y cuándo abordarán el tema de la separación con los hijos”. “Se tienen que dar las mismas justificaciones, sin culpar al otro. El peor error es incluir a los hijos en los pleitos y hacerlos objeto de disputa entre ellos”. Se deberá mostrar el lado positivo de la separación, que ellos entiendan y noten que los padres se sienten mejor estando separados.

Para el especialista, el primer paso será mantener la rutina de los hijos. Es suficiente el cambio que contempla una separación como para provocar aún más. “Por ningún motivo, los hijos pueden ser nuestro paño de lágrimas ni nuestra imagen de consuelo. Al contrario, debemos ser los padres quienes garanticemos su estabilidad emocional, servirles de apoyo y de guía”.

No abanderar a los hijos

En una separación, siempre uno sufre más que el otro. Un error común que cometen algunos padres, es hablar mal de la expareja en frente de los hijos. Para el psicólogo, esto sucede porque algunos creen que los hijos tomarán partido por uno de ellos. “Lo sensato es que hagamos entender a los hijos que la separación es solo de los padres. Debemos asegurarnos que sepan que ellos no son responsables de la ruptura”.

Siga las recomendaciones del especialista para hacer menos difícil el proceso de separación en nuestros hijos.