Gracias a su experiencia ganó más de lo que dio…

Eduardo Díaz Granados, asesor voluntario en proyectos de desarrollo social. | FOTO: CUSO INTERNATIONAL
Por lo general, embarcarse en una aventura de cooperación internacional significa también sumergirse en una cultura desconocida. Sin embargo, para Eduardo Díaz Granados, significa más bien poner sus aptitudes para los negocios a disposición de un organismo de su país de origen, Colombia. 
A mediados de un mandato de un año en una escuela de oficios de Bogotá, este joven de 35 años nos habla de su experiencia de cooperación internacional dirigida por Cuso International.

COLABORACIÓN ESPECIAL DE CUSO INTERNATIONAL

¿Qué lo llevó a usted a desempeñar el cargo de asesor voluntario bajo los auspicios de Cuso International y por qué razón eligió ese mandato en particular? 

Descubrí Cuso International gracias a una amiga, que también participó a un programa del organismo. Se buscaban asesores para realizar mandatos en Colombia y como nací y crecí en ese país, ella pensó en mí.

El concepto de Cuso International me dejó estupefacto. ¿Aprovechar mi talento de empresario en un contexto de implicación social y, además, que me paguen por hacerlo? ¡Sin lugar a dudas, tenía que inscribirme! Encima, en esa época, aunque estaba bien establecido en Ottawa, sentía que había alcanzado un límite en el ámbito profesional. ¡Necesitaba nuevos desafíos y ahora estoy muy satisfecho!

Elegí ser colocado en la Fundación Escuela Taller de Bogotá (FETB) antes que nada por el mandato en sí, cuyo objetivo es ayudar a la organización a hacerse autosuficiente en el plano financiero. Además, aprecio la misión de la FETB, escuela taller cuya meta es la integración social de jóvenes entre 18 y 25 años de medios desfavorecidos mediante la enseñanza de un oficio, como la carpintería o la cocina.

Finalmente, aunque haya crecido en Colombia, no conocía bien Bogotá. Quise aprovechar la ocasión para descubrir esa ciudad a la vez dinámica y caótica.

Háblenos un poco de su mandato en la FETB.

Puesto que mi trabajo consiste en ayudar la escuela a generar ingresos, debo llevar a cabo varios proyectos a la vez.

En estos momentos, estoy trabajando en la apertura de dos tiendas donde los estudiantes podrán vender sus productos, así como en la creación de una pequeña empresa de fabricación de bolsas de papel para supermercado. También estoy contribuyendo al desarrollo de una imagen de marca para los productos de la Fundación.

Además, lancé un proyecto de agricultura biológica sobre el techo del edificio administrativo de la FETB. ¡Y como si eso fuera poco, acabo de ser nombrado profesor de ciencias empresariales!

¿De qué manera cree que su experiencia como asesor voluntario enriquecerá su carrera?

Me dará une nueva visión de todo mi potencial. Aquí, mezclo desarrollo comercial, docencia y agricultura… ¡Quién sabe lo que me depara el futuro!

Además, adquiero experiencia en gestión de proyectos. Incluso, tengo ideas de empresas que podrían concretizarse cuando regrese a Canadá…

¿Qué fue lo que más lo marcó durante los seis primeros meses de su estadía en Bogotá?

Como me fui de Colombia a los 17 años, no conocía muy bien el mundo laboral allá. Me doy cuenta de que la burocracia frena el progreso de proyectos. Sin embargo, mientras más mis superiores conocen mi trabajo, más confían en mí. Por otra parte, me encanta el contacto con los estudiantes de la Fundación. El hecho de saber que mi trabajo logra cambiar sus condiciones de vida, es algo extraordinario para mí. Todos los días amanezco pensando en lo positivo que me brinda esta estadía y, sobre todo, en lo que yo mismo estoy brindando..

Cuso International es una organización de desarrollo que trabaja para reducir la pobreza y la desigualdad a través de los esfuerzos de voluntarios y voluntarias altamente calificados, asociaciones de colaboración y la generosidad de sus donantes.