El sistema electoral y la crisis del bipartidismo

Preámbulo de las elecciones en Canadá

Ya comenzó una reñida campaña para las elecciones al parlamento federal previstas para el 19 de octubre próximo. 

Las encuestas indican que liberales, conservadores y el Nuevo Partido Democrático (NDP) están parejos en las intenciones de voto. Por su parte, el Bloque Quebequense y el Partido Verde, se estancan en territorios de votación no relevantes. 

En este primer comentario sobre las elecciones al gobierno federal, destacamos que el sistema electoral de tradición parlamentaria británica que existe en Canadá, de elección del candidato más votado por circunscripción, distorsiona la voluntad democrática de los electores. Estos se ven forzados racionalmente a un voto estratégico en torno a dos bloques. 

MARCELO SOLERVICENS 

Desde hace varios decenios solo dos partidos federales se alternan en el poder: el Partido Liberal y el Partido Progresista Conservador.

Hoy se argumenta que para destronar a los conservadores de Stephen Harper la única alternativa es que los liberales de Justin Trudeau y el NPD de Thomas Mulcair se fusionen o lleguen a un acuerdo que evite la división del voto opositor al gobierno Harper. En caso contrario los conservadores pueden mantenerse en el poder aprovechando la división del voto opositor.

Un vasto país como Canadá, tiene una clara segmentación geográfica, además del carácter distintivo de Quebec, única nación francófona de América del Norte. La segmentación geográfica de los apoyos de los partidos, recuerda que este país es una federación y no un país unitario. Efectos de ello fue que en las elecciones del 25 de octubre de 1993, el Bloque Quebequense dirigido por Lucien Bouchard, debido a la concentración del voto de los electores quebequenses, luego del fracaso del acuerdo del lago Meach, formó la oposición oficial.

En esa elección de 1993 también se vivió el descalabro del Partido Conservador de Brian Mulroney, dirigido brevemente por Kim Campbell, y el fortalecimiento del Partido Reformista de Preston Manning. Un partido regionalista basado en el Oeste de Canadá, movido por la ira contra la política del gobierno federal tradicionalmente formado gracias a los electores de las pobladas provincias centrales de Ontario y Quebec. La votación de derecha quedó así dividida geográficamente entre reformistas en el Oeste y sobrevivientes conservadores en el Este.

Es así como los liberales dirigidos por Jean Chretien y luego por Paul Martin, único partido nacional, se aprovechó de la división de la derecha para ganar cuatro elecciones seguidas, desde 1993 hasta 2006.

Pero fue con la fusión de diciembre de 2003 del Partido Progresista Conservador dirigido, solo desde hacía unos meses por Peter McKay y la Alianza reformista conservadora encabezada por Stephen Harper, que se terminó con esa situación.

Los conservadores formaron un gobierno minoritario luego de las elecciones de 2006 y 2008. En 2011 obtuvieron finalmente un gobierno mayoritario y hoy día, la división de la oposición de centro y centro-izquierda hace que los conservadores sean ahora el partido natural de gobierno.

Es difícil que el NPD, que nunca ha accedido al poder a nivel federal, pueda repetir su victoria en las elecciones provinciales de Alberta, y ello aunque el Bloque Quebequense parece destinado a desaparecer. El NPD no puede tener más votos en Quebec que en 2011 con el carismático Jack Layton, lo que le permitió formar la oposición oficial y beneficiar del virtual desaparecimiento del Bloque Quebequense.

Para terminar con la era Harper, lo racional sería un acuerdo entre el NPD y los liberales. Todo indica que ello no ocurrirá

La división del voto entre los liberales de Justin Trudeau y el NPD de Thomas Mulcair puede permitir victorias de los conservadores de Stephen Harper en circunscripciones claves. La estrategia de los conservadores es de explotar la división de la oposición y cortejar clientelas específicas para ganar luchas a tres donde puede ganar con apenas 30% de los votos.

Para terminar con la era Harper, lo racional sería un acuerdo electoral entre el NPD y los liberales. Todo indica que ello no ocurrirá. Algunos ciudadanos recurren al intercambio del voto estratégico entre un lugar del país por otro a través de un sitio Internet importado de Gran Bretaña. Esta táctica, sin embargo, es marginal. En el pasado Stephane Dion, Jack Layton y el Bloque Quebequense trataron de unirse para derrotar el gobierno Harper pero es difícil que esa idea vuelva a proponerse aun considerando que el sistema parlamentario lo permite.

Aunque el gobierno Harper trata de presentarse como un sistema cuasi presidencial, sigue siendo un gobierno ministerial. Se forma gracias a la elección de una mayoría de diputados. En Canadá no se elige directamente al primer ministro y el partido ministerial tiene tanto el poder ejecutivo como el poder legislativo.

El sistema electoral actual favorece a los conservadores. Si los partidos de oposición siguen autodestruyéndose para ser LA alternativa, en lugar de responder a la polarización creada por Harper, la incertidumbre de los resultados se mantendrá hasta el final. Ello a pesar del evidente desgaste del gobierno Harper.